Invitan a visitar la floreciente ruta de la centolla en la ruta 30

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Andrés Loíza, productor y prestador turístico de la zona, anticipó las perspectivas para la próxima temporada de verano en los pujantes sectores de Punta Paraná y Puerto Almanza.

El polo turístico de la ruta 30, que conecta a Punta Paraná y Puerto Almanza, se ha consolidado en los últimos años como un destino en auge en el sur de Tierra del Fuego. Andrés Loíza, productor agrícola y prestador turístico de la zona, ha sido testigo del crecimiento de este circuito, tanto en su dimensión turística como en la agroalimentaria. Loíza, que opera bajo la marca Ruca Kelleñ, resaltó por FM Master’s las perspectivas optimistas para la próxima temporada estival, con un fuerte enfoque en el turismo rural y la explotación de los recursos locales, como la centolla y los cultivos agrícolas.

«La ruta 30, lo que es Punta Paraná, a 10 km de Almanza y tanto Almanza, viene con una fuerza muy importante lo que es turísticamente. Todos los emprendimientos que están realizando en la zona cada vez viene mejor, mucho turismo, año a año», comentó Loíza, refiriéndose al desarrollo paulatino pero constante que ha visto en la región. Este avance ha sido especialmente evidente desde 2015, cuando comenzó a tomar forma la Ruta de la Centolla, una iniciativa que ha contado con un apoyo sustancial. «Desde el año 2015 que empezamos con los vecinos de Punta Paraná y un poco de Almanza a armar lo que es la Ruta de la Centolla… hoy la Ruta de la Centolla es una realidad», agregó.

Este circuito atrae habitualmente a una diversidad de visitantes, desde turistas locales provenientes de Río Grande, Tolhuin y Ushuaia, hasta extranjeros que llegan en cruceros y tours especializados. Las agencias de turismo comenzaron a incluir la Ruta de la Centolla como un atractivo agroalimentario en sus ofertas, brindando a los visitantes una experiencia cercana a los paisajes, la gastronomía y las costumbres locales.

Loíza ha observado un creciente interés en el agroturismo, especialmente entre los pasajeros de cruceros provenientes de Estados Unidos, México y Canadá. «Ya tengo reservas de cruceros para noviembre, diciembre, enero, febrero y marzo… La mayoría que contrata el tour de agroturismo, es gente de campo», mencionó.

La experiencia que ofrece en su chacra incluye un recorrido de aproximadamente 40 minutos, donde los visitantes pueden conocer las distintas actividades agrícolas, como el cultivo de ruibarbo, la producción de frutillas en invernadero y la recolección de papines andinos.

Además, uno de los aspectos que más llama la atención es el espacio temático a cielo abierto dedicado a los pueblos originarios, con esculturas y chozas que recrean la vida de los yaganes y selk’nam.

El recorrido finaliza con una experiencia gastronómica en una casa de té, donde los visitantes pueden degustar platos locales elaborados con productos frescos de la zona, como la centolla y los mariscos.

El polo turístico de la ruta 30 no solo se limita a los emprendimientos de agroturismo. Puerto Almanza es conocido por su actividad pesquera, con pescadores que proveen productos frescos del mar, mientras que, en Punta Paraná, Fabián Valdés ha desarrollado un criadero de truchas y mejillones.

Además, la llegada de la empresa Newsan, que ha comenzado a instalar boyas para el cultivo de mejillones en la zona, refuerza el crecimiento y diversificación de la oferta turística y productiva de la región.

No obstante, la infraestructura de la ruta 30 sigue siendo un tema de debate entre los pobladores y autoridades locales. Loíza es un ferviente defensor de la apertura total de la ruta, argumentando que esta es clave para el desarrollo turístico y económico. «La ruta 30 es conflictiva, hay gente que quiere que se abra y hay gente que no (…) La ruta hay que abrirla, la gente tiene que salir, estamos a 28 km de Ushuaia», afirmó.

En términos de planificación turística, Loíza propone un circuito que parta desde Playa Larga y pase por diversos puntos de interés como estancia Túnel, Remolino, Punta Paraná y Puerto Almanza, para luego conectarse con la ruta J y la Ruta 3. Este circuito, asegura, podría ser utilizado tanto en verano como en invierno, adaptándose a las condiciones climáticas y paisajísticas de cada estación.

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