El cuerpo de una joven apareció tendido, boca abajo, sobre la banquina de la Ruta Nacional 95, a cinco kilómetros de la rotonda de acceso a La Tigra. Vestía un pantalón negro, un chaleco marrón y una remera rosa de mangas largas. La habían matado de un disparo en el pecho, casi a quemarropa, y su cuerpo mostraba el orificio de salida en la espalda. Su nombre era Leonela Ayelén Giménez, tenía 25 años, y su asesinato comenzó a desentrañarse en las últimas horas con la detención de dos sospechosos.
La víctima, oriunda de Sáenz Peña, era trabajadora sexual y había sido vista por última vez abordando un automóvil Audi A4 gris junto a dos hombres. Ese mismo vehículo fue detectado por cámaras de seguridad dirigiéndose hacia una zona rural a las afueras de la ciudad. Allí, en medio de la nada, fue hallado el cadáver.
Según fuentes judiciales, Leonela fue ejecutada en el mismo lugar donde fue encontrada. El proyectil habría sido disparado desde una pistola calibre 380 y le atravesó el tórax, probablemente afectando órganos vitales, entre ellos el corazón. La hipótesis más firme hasta ahora es que el disparo se realizó a corta distancia, lo que refuerza la posibilidad de que se tratara de una ejecución planificada.
El tiempo estimado de muerte, al momento del hallazgo, no superaba las seis horas, el cuerpo fue trasladado al Instituto de Medicina y Ciencias Forenses (IMCIF) en Resistencia, donde se esperan los resultados finales de la autopsia.
Los investigadores de la División de Investigaciones de Sáenz Peña lograron reconstruir las últimas horas de la joven gracias a registros fílmicos y testimonios clave. Así dieron con el vehículo buscado: un Audi gris que fue localizado en la intersección de calle 0 y avenida 1 del barrio Belgrano.
Allí se montó un operativo cerrojo y tras una breve persecución, los agentes detuvieron a dos hombres que se encontraban en una estación de servicio, tomando un café. Uno de ellos fue identificado como C.R.A., de 42 años, vendedor de autos; el otro, E.G., de 31 años, comerciante e hijo de un reconocido empresario de la ciudad. Ambos fueron aprehendidos por orden del fiscal de la Investigación Penal N° 4, Gustavo Valero, quien también ordenó el secuestro del vehículo.
El Audi fue peritado exhaustivamente por el Gabinete Científico del Poder Judicial, se busca determinar si la víctima fue asesinada dentro del vehículo, lo que explicaría la ausencia de rastros de sangre en el lugar del hallazgo. También se realizaron pruebas de dermotest a ambos detenidos, para saber si alguno de ellos disparó el arma homicida.
La investigación aún no descarta ninguna hipótesis que giran en torno a un presunto ajuste de cuentas, un femicidio o un crimen vinculado a la actividad laboral de la víctima.
Tras las detenciones, se presentó en el lugar el abogado Miguel Lukach, quien asumió la defensa de al menos uno de los implicados. No se descarta que en los próximos días los sospechosos presten declaración de imputados, en el marco de una causa que podría ser caratulada como “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”, aunque la calificación podría mutar a «femicidio», dependiendo del avance de las pruebas y los testimonios.