El exministro de Gobierno, Carlos Romero, reapareció para responder a las acusaciones del evismo. Negó cualquier vínculo con la candidatura de Andrónico Rodríguez y rechazó las acusaciones de dirigentes afines a Morales.
Recientemente, el diputado Ányelo Céspedes lo calificó como “el último traidor” de Evo Morales. Romero respondió que su alejamiento del evismo es voluntario. Afirmó que no tiene aspiraciones políticas y que no participará en disputas internas.
En conferencia de prensa, el exministro negó reuniones con dirigentes de la Alianza Popular. Desmintió haber negociado una candidatura a la Vicepresidencia con Rodríguez.
Así mismo, indicó que su retiro es un “repliegue sistemático” frente a la pelea fratricida dentro del MAS. Reiteró que no busca ningún cargo. Aseguró que su aporte será no involucrarse en enfrentamientos personales.
No quiere que lo llamen traidor
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Romero lamentó que se utilice la palabra “traidor” contra quienes discrepan con Evo Morales. Consideró que esa práctica es una expresión de intolerancia y autoritarismo. “Eso es fascismo”, declaró, en clara alusión a las acusaciones lanzadas por Céspedes.
Además, el exministro Romero pidió a los seguidores de Morales enfocarse en los adversarios reales de la organización socialista. Afirmó que él no es uno de ellos.
Recordó que fue parte importante del Gobierno durante 14 años. También fue abogado del expresidente Morales en varios procesos judiciales.
Sin embargo, criticó decisiones recientes del evismo, como los bloqueos de caminos. Aclaró que nunca apoyó esas medidas de presión. Incluso indicó que Evo Morales coincidió con él en una reunión previa.
Según Romero, esas decisiones terminaron generando consecuencias trágicas. Hizo referencia a los asesinatos de policías en Llallagua como un punto de quiebre. Dijo que nunca estuvo de acuerdo con movilizaciones que se salieron de control.
No estuvo de acuerdo con las movilizaciones armadas
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Romero trató de librar de responsabilidad a Morales por los brutales asesinatos de efectivos policiales en Llallagua, señalando que las bases rebasaron a la dirigencia. De acuerdo con Romero, eso evidencia una ruptura dentro del movimiento.
Para el exministro, la fragmentación del MAS es cada vez más evidente. Afirmó que el evismo ya no responde a una conducción unificada. Criticó la estrategia de buscar culpables internos.
Advirtió que esa lógica solo debilita al instrumento político. Y sostuvo que la confrontación no conduce a una solución.
Ányelo Céspedes, en cambio, insistió en sus denuncias contra Romero. Lo acusó de querer “volver a vivir de la política” aliándose con Rodríguez. Dijo que su silencio ante Evo es una muestra de traición.
También lo cuestionó por haber sido un ministro poderoso en el pasado. Y lo acusó de dañar a regiones enteras desde el poder.
Rodríguez recicla la nefasta estructura de Evo Morales
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Para los sectores evistas, Rodríguez estaría reciclando figuras del pasado. Denuncian que su entorno político incluye personas alejadas del proyecto original.
Además, acusan a Romero de ser parte de ese reciclaje. Lo ven como un oportunista que busca reinsertarse en un nuevo proyecto político para seguir viviendo del erario público. Y consideran que al no respaldar a Evo Morales demuestra su traición.
Romero evitó responder directamente a esas acusaciones. Dijo que no entrará en guerras internas ni en provocaciones. “No me declararán la guerra porque no tendrán respuesta”, aseguró.
Agregó que no se prestará a juegos de poder político. Y que su formación política le impide actuar con mezquindad. Sin embargo, hace unos meses le brindó abiertamente su apoyo a Evo Morales cuando también se encontraba bloqueando las carreteras.
Aclaró que su decisión de apartarse no es nueva ni oportunista. Aseguró que desde hace tiempo ha tomado distancia de la confrontación. “Yo no quiero ser un problema más”, expresó.
Así mismo, ratificó que no será candidato de nadie. Y que no le interesa una postulación en este contexto.
No será el candidato a vicepresidente
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El exministro, también negó cualquier contacto con el entorno de Rodríguez. “No hubo ninguna reunión, eso lo rechazo absolutamente”, dijo. Insistió en que nadie le ofreció una candidatura.
Además, consideró que este no es un buen momento para hablar de elecciones. Y reafirmó que seguirá en un rol más reflexivo y observador.
Finalmente, llamó a una autocrítica dentro del MAS. Dijo que la pelea entre facciones solo beneficia a los adversarios. También, invitó a al evismo a repensar la política en función de propuestas.
En este sentido, el exministro de Evo Morales pidió dejar de lado la lógica del insulto y la persecución interna. Y expresó su deseo de ver una reconciliación dentro del masismo.
