El gobierno de Javier Milei aprovechó una presión opositora en el Congreso sobre el tema de los subsidios al transporte automotor para anunciar el final de este esquema en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) a partir de septiembre, una medida que impactará en el precio del boleto de colectivo y que presiona las cajas de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, pero intenta contener a su vez los reclamos de otras provincias.
El secretario de Transporte, Franco Mogetta, realizó el anuncio al presentarse este martes en la Comisión de Transporte de la Cámara de Diputados que se reunió a partir de la presión de distintos bloques para debatir proyectos sobre compensación tarifaria para el interior del país, luego de que el Gobierno eliminara en febrero el Fondo que cubría parte del valor del boleto en esos distritos.
Mogetta explicó que la Nación dejará de solventar las compensaciones a las líneas de colectivo que inician y finalizan su recorrido en la Ciudad de Buenos Aires, que deberá cubrir «el 100%» de esos subsidios, y deslizó que lo mismo tendrá que hacer la Provincia. En tanto, para las líneas que cruzan de un distrito a se mantendrían las compensaciones con fondos nacionales.
Pero además, el funcionario señaló que la Nación también dejará de hacerse cargo en septiembre del «boleto integrado», el descuento que se aplica en la red SUBE para quienes tomen dos medios de transporte en el mismo viaje. Esto obligará al jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri , y al gobernador bonaerense, Axel Kicillof, a revisar sus cuentas para cubrir algo que beneficia a los pasajeros pero hasta ahora lo pagaba la caja nacional.
Uno de los argumentos centrales de Mogetta fue que «no había ningún motivo para sostener algo que representaba una discriminación más para el interior del país». De esta forma, dejó ver algo del trasfondo político de la medida que tendrá un impacto fiscal para Ciudad y Provincia y posiblemente también en el bolsillo de los pasajeros: el intento del Gobierno por desactivar el reclamo de las otras jurisdicciones.
¿Cómo será la quita de subsidios del Gobierno al transporte automotor en el AMBA?
Mogetta informó en Diputados que «desde el mes de septiembre la Ciudad de Buenos Aires va a solventar el 100% de las compensaciones de sus 31 líneas, y el Estado Nacional no va a poner un peso en la Ciudad», una decisión que calificó como una «deuda pendiente».
Además, remarcó que la medida «va en línea con la normativa que dice que es competencia exclusiva del Gobierno de la Ciudad y de la provincia de Buenos Aires los servicios públicos de pasajeros automotor que inician y terminan el recorrido dentro de su territorio». Esas son las que la Nación dejará de subsidiar.
En ese sentido, el secretario de Transporte precisó que hay líneas de colectivos que cruzan de la Ciudad a la provincia de Buenos Aires y a la inversa y que esas son las únicas que sostiene la Nación. «El resto las solventa el 100% CABA y el 100% provincia de Buenos Aires«. De esta forma sugirió que la medida también afectará al distrito de Kicillof.
Además, reveló que el Gobierno le solicitó a los dos distritos que a partir de septiembre se «hagan cargo del boleto integrado, que es el beneficio que tiene la red SUBE para el pasajero que se baja de un medio y accede al segundo transporte dentro de las dos horas», y remarcó: «Ese descuento lo va a tener que cubrir Ciudad de Buenos Aires y provincia de Buenos Aires, el Estado nacional no lo va a cubrir más».
Con esto, según indicó el funcionario, el Gobierno nacional apunta a lograr «un ahorro mensual de 8 mil millones de pesos«. La medida se enmarca así en el fuerte ajuste fiscal que llevan adelante Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, que instruyó a Transporte para ejecutar este nuevo recorte.
Una medida que apunta a contener un reclamo de las provincias
Al mismo tiempo, Mogetta aclaró que se mantendrán los subsidios a través de la SUBE «a las 5.300.000 personas que son los beneficiarios con el aporte de 25 mil millones de pesos por mes, aproximadamente, en las 60 localidades del interior donde se está implementando SUBE».
Mientras el Gobierno se dispone a terminar con el «monopolio» de la SUBE como único medio de pago en el transporte, el funcionario también anunció que esa tarjeta llegará ahora a ciudades que habían sido «postergadas» como Córdoba, Tucumán y Santiago del Estero.
Esta otra parte de la exposición del funcionario, junto con el argumento de que los subsidios al transporte del AMBA implican una «discriminación para el interior del país» dejó expuesto el interés del Gobierno por compensar a los gobernadores de otras provincias y a los diputados que vienen reclamando la restitución del Fondo Compensador.
Y es que el argumento de los diputados y referentes del interior en las discusiones que hubo en los últimos años sobre los subsidios al transporte de pasajeros siempre fue la «injusticia» de que el boleto fuera mucho más barato en el AMBA, donde hay más recursos, y que esto lo sostuvieran las arcas nacionales.
El Fondo Compensador distribuyó el año pasado alrededor de $100.000 millones destinados a cubrir parte del valor del boleto del transporte de pasajeros en localidades del interior del país pero en febrero Milei lo eliminó. Esto llevó a que en las últimas semanas diputados del kirchnerismo y otros bloques, junto a intendentes de todos los espacios políticos y provincias, reclamaran el urgente tratamiento de proyectos sobre el tema.
¿Cuál es la presión en el Congreso que el Gobierno busca resistir con su anuncio?
La Comisión de Transporte que recibió a Mogetta se puso en marcha, precisamente, por esa presión que empezaron a ejercer los referentes del interior del país. A principio de junio, la Red Federal de Intendentes fueron a la Cámara baja a exponer sobre la grave situación del sistema de transportes del interior del país que «perjudica gravemente a los usuarios», por lógico el aumento en el precio del boleto para cubrir los costos que antes se atendían con el Fondo Compensador.
En los días siguientes, creció la presión para que la comisión pusiera en debate los distintos proyectos que apuntaban a incrementar los recursos nacionales para el transporte del interior o «garantizar la equidad federal en la distribución de las compensaciones tarifarias», según lo señala una iniciativa presentada por el intendente de Rosario, Pablo Javkin.
A ello se le sumó otro proyecto, impulsado por el diputado Ignacio García Aresca, del bloque Hacemos Coalición Federal que encabeza Miguel Pichetto -cuyos votos son clave en el pleno de la Cámara- que exhorta al Poder Ejecutivo a que «arbitre los medios necesarios a fin de efectivzar la asignación de fondos» al transporte público automotor urbano y suburbano del interior.
La iniciativa apunta a que el Gobierno estableciera «un esquema de distribución y de subsidios equitativa con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) y el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)».
Este es el planteo que ahora la administración de Milei intenta desactivar al recortar los subsidios para las jurisdicciones del AMBA. Lo que se verá durante este mes, antes de que la medida se haga efectiva, es si el efecto político será el esperado, es decir, si las provincias del interior se dan por satisfechas o no, a lo que se sumará las decisiones que tomen en este marco Jorge Macri y Kicillof.
¿Cuánto cuesta el boleto y que puede pasar en el AMBA?
Se prevé que la medida que el Gobierno quiere implementar a partir de septiembre tenga un impacto no solo en las arcas de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, sino también en el precio del boleto que hoy pagan las millones de personas que viven y trabajan en esos distritos.
Tras el último aumento anunciado, a partir del 12 de agosto el boleto mínimo con la SUBE registrada pasará de $270 a $371 para el tramo de 0 a 3 kilómetros. El viaje de entre 3 y 6 kilómetros pasará de $300,78 a $413,44 y al tope de la escala, el boleto para los recorridos de más de 27 kilómetros subirá de $370,18 a $508.
Los valores son más altos para quienes no tienen la tarjeta SUBE registrada. En este caso, el mínimo hoy es de $429,30 y a partir de la semana que viene pasaría a $590,10, mientras que el máximo saltará de $588,59 a $809.
Ahora, se estima que la reducción de los subsidios para el transporte público automotor en AMBA derivará en otro incremento a menos que la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires puedan cubrir la totalidad de lo que hasta ahora cubría el Gobierno nacional.
El gobierno de Javier Milei tomó así una decisión respecto de los subsidios al transporte en el AMBA que busca atender dos frentes al mismo tiempo: la reducción de los gastos del Estado nacional a fin de lograr el equilibrio fiscal y el reclamo de gobernadores e intendentes del interior por más recursos y un reparto más equitativo. Por ahora, la Nación apunta a lo segundo.