El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, según sus siglas en inglés) recortó dos programas federales que destinaban más de 1000 millones de dólares a escuelas y bancos de alimento de todo EE.UU. para comprar productos en granjas, granaderos y comerciantes locales. Esta decisión de la administración Donald Trump podría impactar negativamente en la calidad y los precios de las comidas, incluso las que se reparten en escuelas.
Según informó Político, citando a la Asociación de Nutrición Escolar (SNA), la medida cancela US$660 millones que planeaban utilizar este año escuelas y guarderías para comprar alimentos a través del programa Alimentos Locales para Escuelas (LFS, por sus siglas en inglés). Los recortes también afectan al Acuerdo Cooperativo de Asistencia para la Compra de Alimentos Locales (LFPA, por sus siglas en inglés), que ayudan a bancos de alimentos y grupos locales, con US$420 millones menos.
La organización sin fines de lucro SNA aseguró que más de 40 estados habían firmado acuerdos para participar del LFS este 2025. Los funcionarios estatales fueron notificados el pasado viernes 7 de marzo sobre la decisión de disminuir el aporte económico a ese programa.
La administración Biden amplió el gasto destinado a LFS y LFPA para poder construir una cadena de suministro resiliente que no dependa exclusivamente de las grandes empresas alimentarias, según explicó el medio.
En tanto, la decisión de reducir los fondos a esos dos programas federales por parte del gobierno de Donald Trump se produce en medio de los recortes de gasto federal del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE, por sus siglas en inglés) de Elon Musk.
En un comunicado enviado por correo electrónico a CBS, un portavoz de la agencia aseguró: “A diferencia de la administración anterior, que destinó miles de millones de dólares de fondos de la Corporación de Crédito para Productos Básicos a programas a corto plazo sin un plan de sostenibilidad, el USDA prioriza soluciones estables y probadas que generen un impacto duradero”.
La noticia no cayó bien en distritos escolares, organizaciones y los propios agricultores, a quienes les podría perjudicar su negocio. Por su parte, la SNA reunió a todos sus simpatizantes el martes 11 para presentarse ante el Capitolio y pedirle al Congreso que se oponga a los recortes.
De acuerdo con Político, los recortes se generan en un momento que funcionarios de nutrición escolar se preocupan por ofrecer alimentos saludables con la actual tasa de reembolso federal para las comidas. Se enfocaban en ofrecer productos menos procesados, pero ahora se deberán adaptar a estas circunstancias.
En Maine, Caroline Trinder, directora de servicios de alimentación y nutrición del distrito escolar RSU 23, le comentó a AP que ese dinero les servía para “comprar alimentos directamente de pescadores, productores lácteos y agricultores“.
Por su parte, Shannon Gleave, presidenta de la Asociación de Nutrición Escolar, agregó: “Además de perder los beneficios para nuestros niños, esta pérdida de fondos es un gran golpe para los agricultores y ganaderos de la comunidad y es perjudicial para los programas de comidas escolares que luchan por gestionar el aumento de los costos de los alimentos y la mano de obra“.