Las conducciones de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) y del Sindicato de Obreros y Empleados Aceiteros (SOEA) San Lorenzo realizan desde las 6 horas de este miércoles un cese de actividades en todas las plantas y puertos aceiteros del país, ante la falta de acuerdo salarial de las empresas del sector, la falta del pago de haberes de Vicentin SAIC y el incumplimiento de los derechos laborales en Explora SA Puerto San Martín.
Las organizaciones gremiales señalaron que las protestas se deben a «la decisión de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y las empresas de la actividad de dilatar la negociación paritaria».
Apuntaron que «a esto se suman las diferentes acciones en contra de las y los trabajadores que encabezan firmas como Vicentin, que no pagó los salarios, y Explora, que despidió a dos empleados, por lo que iniciamos una huelga nacional».
Aceiteros en conflicto: ¿pueden dictar la conciliación obligatoria?
La protesta no solo impacta en la producción aceitera, sino que repercute en la liquidación de divisas, al tratarse de exportaciones de un commodities. Por lo tanto, afecta la recaudación del gobierno, que podría disponer la conciliación obligatoria mediante la intervención del Ministerio de Capital Humano.
El cese de actividades se decidió en una asamblea encabezada por los dirigentes de las citadas organizaciones gremiales y los cuerpos de delegados de las empresas aceiteras y de biodiesel de todo el país.
Indicaron que «vencido el 31 de diciembre el acuerdo salarial de la paritaria aceitera, hace más de dos meses que las patronales están demorando el diálogo con propuestas irrisorias o que son, directamente, una falta de respeto hacia los trabajadores que día a día producimos en las plantas de todo el país, rompiendo con la negociación que venimos realizando hace largos años».
En esa línea, explicaron que «el paro es exclusiva responsabilidad de las cámaras y las empresas del sector que llevan adelante un grave e ilegal avasallamiento de los derechos de los trabajadores y trabajadoras aceiteras».
Los gremios critican el accionar de las patronales
Los sindicatos recordaron que «las empresas están intentando echar por tierra años de lucha sindical, con la cual logramos conseguir un Salario Mínimo Vital y Móvil, tal como lo establece la Constitución Nacional en su artículo 14 bis y la Ley 20.744 de contrato de trabajo (artículo 116), que define al SMVM como la menor remuneración que debe percibir el trabajador en su jornada legal de trabajo de ocho horas, de modo que le asegure alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte, esparcimiento, vacaciones y previsión».
Plantearon que «el accionar patronal, que impacta directamente sobre nuestros salarios, se parece demasiado a una revancha patronal, donde pretenden combinar el ajuste salarial y la militarización de plantas, como ocurrió en Explora».
Detalló que «los directivos de Vicentin manifestaron ante la secretaría de Trabajo que tiene contratos con empresas como Bunge y ACA por doce años, los cuales garantizan el pago de los costos de producción y los salarios. Estos contratos se harían operativos una vez homologado el acuerdo preventivo de acreedores, acuerdo que ha sido rechazado por el juez del concurso y por la Corte Suprema de Santa Fe».
Cuál es la situación que atraviesa Vicentin
Esta semana Vicentin informó que «debido a la crítica situación financiera por la que atraviesa actualmente, se ve imposibilitada de afrontar el pago de la totalidad de los haberes devengados del mes de febrero» y agregó que «el lunes 10 de marzo acreditará el 30 por ciento del neto correspondiente, siendo una prioridad a medida que se reciban fondos anticipados provenientes de los fasones a realizar, ir cancelando los haberes hasta completar el 100% de los mismos».
En este punto, los gremios no aclararon si se hizo efectivo a todo el personal el pago del 30 por ciento de los salarios, pero plantean que no se cumplió el compromiso de la compañía de sostener la liquidación de los sueldos por tres meses y así evitar cualquier tipo de medida de fuerza. En un comunicado, Vicentín aseguró estar «trabajando con la mayor celeridad posible en la búsqueda de alternativas para restablecer la estabilidad laboral».
La firma lleva meses de una crisis que se viene profundizando con la posibilidad de caer en la quiebra definitiva, ya que parece muy difícil que pueda enfrentar una deuda que supera los 450.000.000 de dólares.