La suplementación de esta vitaminas tiene un impacto positivo en este órgano, siempre que se consuma con moderación y recetado por un profesional.
Qué le hace la vitamina B al hígado, según la ciencia (Foto: Adobe Stock).
La ciencia realizó diversos estudios para comprender el impacto de la vitamina B en la salud hepática, demostrando que puede tener efectos positivos en pacientes con hígado graso.
La vitamina B12 mostró tener un impacto significativo en la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD). Un estudio realizado por Duke-NUS Medical School encontró que la suplementación con vitamina B12 y ácido fólico puede aumentar los niveles de sintaxina 17 en el hígado. Esta proteína es crucial para la digestión de grasas y la prevención de la inflamación, ayudando a ralentizar la progresión de la NASH y revertir la inflamación y fibrosis hepática.
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Aunque no todo es positivo, ya que advierte el estudio que la niacina o vitamina B3 en dosis altas puede causar daño hepático, especialmente en preparaciones de liberación prolongada. Por esto es vital estar en un tratamiento médico y no automedicarse.
Por otro lado, en pacientes con cirrosis hepática, se investigó la suplementación con vitamina B6 y glutatión (GSH) debido a sus efectos antioxidantes. Aunque se esperaba que estas vitaminas redujeran el estrés oxidativo, los resultados mostraron que la suplementación no tuvo un efecto significativo en la capacidad antioxidante de los pacientes.
Qué le hace la vitamina B al hígado, según la ciencia (Foto: Adobe Stock).Por: mohammad – stock.adobe.com
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Cuáles son los consejos para tomar la vitamina B
- Consultar a tu médico: antes de comenzar cualquier suplementación con vitamina B, es crucial hablar con un profesional de la salud. Ellos pueden recomendar la dosis adecuada y realizar pruebas para detectar cualquier deficiencia específica.
- Dosis adecuada: seguir siempre las instrucciones del médico o las indicaciones del suplemento. Las dosis excesivas, especialmente de vitaminas como la B3 (niacina), pueden causar efectos adversos, incluyendo daño hepático.
- Alimentación balanceada: tratar de obtener las vitaminas del complejo B a través de una dieta equilibrada que incluya alimentos como carnes, pescado, huevos, lácteos, legumbres, verduras de hoja verde y cereales integrales. Esto asegura una ingesta adecuada de manera natural.
- Suplementos específicos: si sos vegano o vegetariano, podés tener un mayor riesgo de deficiencia de B12, ya que esta vitamina se encuentra principalmente en productos animales. En estos casos, considera la suplementación bajo supervisión médica.
- Absorción y momento del día: algunas vitaminas del complejo B se absorben mejor con los alimentos. Tomar tu suplemento de vitamina B con una comida puede mejorar su absorción y reducir el riesgo de malestar estomacal.
- Monitorización regular: si estás tomando altas dosis de vitamina B, especialmente B3 o B6, es recomendable realizar análisis de sangre periódicos para monitorear los niveles y la función hepática, asegurando que no se produzca toxicidad.
- Combinación con otras vitaminas: las vitaminas B trabajan sinérgicamente. Por ejemplo, la vitamina B12 y el ácido fólico (B9) son particularmente efectivos juntos para reducir la homocisteína en el cuerpo, lo cual es beneficioso para la salud cardiovascular y hepática.