En épocas de la Guerra Fría la competencia por llegar a la luna se dirimía solo entre dos países: Estados Unidos y la Unión Soviética. El resultado de esta carrera por arribar al satélite natural de la Tierra favoreció a los americanos. Sólo 12 personas han tenido el privilegio de caminar por la Luna en 50 años y todas son estadounidenses.
En la actualidad, los pretendientes para llegar a cumplir nuevamente esa proeza se han ampliado visiblemente. Desde empresas comerciales hasta países emergentes, desde Europa y hasta Asia, se están llevando a cabo el lanzamiento de misiones para orbitar la Luna o aterrizar en su superficie.
Sin lugar a dudas, China ocupa el puesto vacante que dejo la potencia soviética. Después de dos misiones orbitales exitosas en 2007 y 2010, China alunizó el Chang’e 3 no tripulado en 2013. Seis años después, el Chang’e 4 se convirtió en la primera misión en aterrizar en la cara oculta de la Luna y, finalmente, Chang’e 5 devolvió muestras lunares a la Tierra en 2020. Se estima que el Chang’e 6, que se lanzará en mayo de este año, traerá las primeras muestras de la cara oculta de la Luna.
«China aspira abiertamente a enviar a un par de sus astronautas a la Luna antes de 2030», afirmó el periodista espacial Andrew Jones, especializado en la industria espacial china, al portal de BBC News y añadió: «Hay avances demostrables en una serie de áreas necesarias para llevar a cabo tal misión, incluido el desarrollo de un nuevo vehículo de lanzamiento tripulado, una nave espacial tripulada de nueva generación, un módulo de aterrizaje lunar y estaciones terrestres en expansión».
«Creo que China tiene un plan muy agresivo», aseguró el jefe de la NASA, Bill Nelson, en una teleconferencia con medios sobre la modificación en los tiempos del proyecto Artemisa y agregó: «Creo que les gustaría aterrizar antes que nosotros, porque eso podría darles algún golpe de relaciones públicas. Pero no creo que lo hagan».
En la actualidad, las dos superpotencias han sufridos retrasos tecnicos en diversos proyectos similares. Esto despertó el interés de un tercer actor en la carrera lunar. En agosto de 2023, India se convirtió en el cuarto país en aterrizar en la Luna con el Chandrayaan-3, sin tripulación, que alunizó cerca del polo sur lunar. Tras su éxito, el presidente de la Organización de Investigación Espacial de India (ISRO) anunció su objetivo de enviar astronautas a la Luna para 2040.
Pero, Japón también se sumó a la proeza. La misión nipona Slim colocó recientemente su módulo de aterrizaje Moon Sniper en suelo lunar y se convirtió en el quinto país en llegar al vecino más cercano de la Tierra. Otros países, como Israel, Corea del Sur, Australia y numerosos estados miembros de la Agencia Espacial Europea (ESA), también han colocado naves espaciales robóticas en órbita lunar. En algunos casos con aportes de capitales privados.
“Las razones para regresar a la Luna ahora son varias: desde el conocimiento científico y los avances tecnológicos hasta la perspectiva de acceder a recursos lunares potencialmente útiles y el valor político o económico”, concluyó Sue Nelson, reportera especialista en tecnología, para el medio británico. Por el momento, la nueva carrera espacial recién comienza.
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