Paso a paso, escalón por escalón. Así transita Ander Herrera sus días en Boca desde que sufrió el quinto desgarro consecutivo que lo alejó de las canchas. Y este miércoles, en una mañana cargada de golpes -primero el martes con la confirmación de la lesión muscular de Marco Pellegrino y hoy con la molestia de Rodrigo Battaglia-, la mejor noticia llegó desde Ezeiza: el Vasco se sumó a un reducido junto a juveniles y volvió a tener contacto con la pelota.
Es un avance, sí, pero no lo suficiente como para que esté en la visita contra Aldosivi en Mar del Plata, pero su evolución es una señal alentadora para un Miguel Ángel Russo, que lo quiere no al 100, al 200% antes de darle minutos oficiales. La idea es clara: no apurarlo, protegerlo de una recaída y pensar -en lo posible- en un regreso después del parate por la fecha FIFA.
Hander Herrera en el entrenamiento de Boca en Ezeiza. Javier García Martino – Prensa CABJ
El historial a evitar
La historia de Herrera con Boca hasta ahora fue una montaña rusa marcada por lesiones. Apenas disputó 9 partidos oficiales, con un total de 441 minutos. En el debut del Clausura contra Argentino fue el primer traspié. Después llegaron nuevas recaídas: en una práctica tras su mejor partido ante Central Córdoba, frente a Newell’s pidiendo el cambio a los diez minutos, y finalmente en el Mundial de Clubes contra Benfica, donde salió a los 20 minutos.
A los 20 minutos y contra el Benfica, Ander tuvo que salir por una lesión.
El último golpe lo sufrió en la previa de la Copa Argentina ante Atlético Tucumán: el quinto desgarro desde su arribo. Demasiado para un jugador de su experiencia, que había llegado como refuerzo estelar.
El plan de Miguel
Russo lo dejó claro: con Herrera no se van a apurar. El cuerpo técnico decidió ir escalón por escalón, sumando cargas de a poco y protegiéndolo para minimizar riesgos. Primero fueron los trabajos de campo en la previa del partido contra Banfield, luego ejercicios específicos con Tomás Belmonte -el otro lesionado- y ahora, este nuevo roce con pelota con los pibes del predio durante el turno matutino.
Boca Juniors –
Ander Herrera trabajó con el grupo en la previa del partido con Banfield
Video: Prensa Boca
De todos modos, por la tarde, Russo decidió que el español baje las cargas para no sobreexigirse en su puesta a punto.
La expectativa está puesta en que la próxima semana se integre de lleno a los reducidos con el plantel profesional, donde si bien entrena a la par, todavía le falta ese roce y exigencia de un entrenamiento formal previo a un partido de primera.
Recién ahí Miguelo evaluará cuándo podrá volver a sumar minutos con azul y oro. Claro está, todo a su tiempo, pero lo fundamental ya está en marcha. Herrera volvió a hacer fútbol.
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