Hoy juegan Estudiantes y Platense por el Trofeo de Campeones, que define (más o menos…) quién fue el mejor equipo del año. Lo de Platense fue un suspiro de tres partidos (uno contra River) en la primera mitad del año, ¿y lo de Estudiantes? No mucho más, en la segunda mitad. Pero ahora Estudiantes llega como ampliamente favorito. Todo cambia en segundos. Quiero decir: faltaban unos pocos minutos, segundos casi, para que terminara Racing-Estudiantes, con Racing campeón, cuando Carrillo lo empató y de ahí al alargue y los penales. Si no fuera por esos segundos fatídicos, hoy el favorito sería Racing. El fútbol tiene eso, lo cambiante en segundos, maravilloso y cruel a la vez. Racing lo tuvo al alcance de la mano dos veces: una, la ya mencionada cuando ganaba 1 a 0 faltando nada. La otra, cuando sacó ventaja en los penales. Era cuestión de no errar ningún penal de los que faltaban y listo. Pero no. Erro dos y chau Racing. Me demoro en esto porque, en mi opinión, Racing fue el mejor equipo del año. Se podría decir, sí, que un equipo que lo tuvo dos veces para ganarlo y se le escapa, no es tan bueno. Es cierto: Racing no es tan bueno. Pero es lo que hay. El campeonato argentino es bastante chato, nadie se destaca.
De hecho, si tuviéramos que elegir no el mejor equipo, sino el mejor jugador del año, ¿quién sería? Pese a haber jugado solo la última parte del año, Paredes venía como para quedarse con el galardón. Pero se desinfló en las últimas fechas. Tres cosas sobre Paredes, más allá de sus notables condiciones: 1) cuando los rivales se dieron cuenta de que había que ponerle una marca encima, él y Boca (es decir, Úbeda) no le encontraron solución al problema. 2) parte de esa falta de solución es porque en los últimos partidos a Paredes se lo notó lento, como cansado o algo fuera de forma. Los últimos partidos los jugó sin dinámica. 3) como en la selección, pega mucho. Tuvo 7 amarillas en 17 partidos jugados. Así no puede ser. Y un aprendizaje: Boca no puede girar en torno a Paredes. Pese a ser un gran jugador (no un crack, sino un gran jugador, lo que no es poco) juega de 5. Boca debe girar en torno a los jugadores de mitad de cancha hacia adelante, con Paredes aportando (mucho) desde atrás. Volviendo al tema, entonces si no es Paredes, ¿quién? ¿Di María? No lo creo. Me parece que el mejor jugador del año queda desierto. Y casi que, pensándolo bien, también queda desierto el de mejor equipo, lo de Racing fue solamente bueno -eso es todo-, no excepcional.
Nombré a Estudiantes, Platense, Racing, Boca y, a través de Di María, a Rosario Central. Es significativo que no haya mencionado a River. Si no fuera por el mix de las amplias espaldas que tiene Gallardo más la evidente protección mediática de la que goza River, su año paupérrimo sería el tema de discusión de este diciembre. Pero no, nada de eso ocurre. Ahora se abre la telenovela del mercado de pases para todos los equipos. Veremos qué hacen River y Boca: así como están les va a costar mucho el año que viene.
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