Una turista italiana pretendía volver a Milán tras una visita de un mes a familiares en Buenos Aires. Pero su vuelo de regreso se frustró: el auto en el que viajaba hacia el aeropuerto de Ezeiza fue atacado con una pedrada en el acceso a la Autopista Riccheri.
La mujer debió ser hospitalizada por algunos cortes producto del estallido de vidrios del parabrisas derecho: le habían tirado un ladrillazo. Está fuera de peligro, pero todavía bastante asustada por el hecho y con la angustia de no haber podido regresar en tiempo y forma.
Según confirmaron sus familiares, el ataque se produjo alrededor de las 20.20 de este domingo, cuando Silvia R. era trasladada por el taxi de su hermano, Roberto R.. Ocurrió en la localidad de Villa Celina.
«Es increíble porque Roberto (por el conductor), tachero de profesión, por una cuestión de seguridad, eligió llevarla a través de la zona del Mercado Central. Era para evitar un mal momento. Increíble», se lamentó Valentín, yerno de la víctima.
En una nota realizada por Radio Mitre, el hombre dio detalles de lo ocurrido a su familia. «Iba por Circunvalación (avenida) y en dirección a la Riccheri, donde les tiran un ladrillazo al parabrisas. Eran tres pibes -se investiga si son menores de edad-. El ladrillo rompe el vidrio derecho delantero y termina en el asiento trasero. Imaginen con la violencia que lo lanzaron», siguió con el relato, Valentín.
Y agregó: «Mi suegra recibió algunos cortes en la cara, producto del estallido del vidrio delantero derecho. Ahí, Roberto puede acelerar y lograron irse, pero el susto fue tremendo», contó.
Por los cortes sufridos en la cara, la mujer fue llevada Hospital General de Agudos Cecilia Grierson, de Villa Lugano. «Le tuvieron que dar unos puntos de sutura porque el impacto le produjo cortes», cerró Valentín.
Luego de algunas horas de internación, Silvia R. fue dada de alta. Pero, claro está, perdió su vuelo de regreso. Además, tuvo que presentarse temprano este lunes con una orden de derivación al Cuerpo Médico Forense, ya que hubo denuncia de la agresión y el intento de robo. Una vez que fue liberada del centro médico, la turista y algunos familiares se dirigieron a la Comisaría 5ta de La Matanza para terminar su declaración.
«No me acuerdo mucho. Sé que estaba yendo al aeropuerto, pero después perdí el conocimiento, y cuando reaccioné ya estaba en casa. Ni me acuerdo de lo que pasó en el hospital», se sinceró Silvia durante la charla radial.
Roberto, taxista de la Ciudad, admitió que tuvo que consultar con colegas el trayecto más seguro para ir hacia el Aeropuerto de Ezeiza. «No suelo agarrar viajes a Provincia por la inseguridad que vivimos a diario. Averigüé para saber qué camino agarrar y me dijeron que el lado derecho de la Riccheri es muy peligroso, por eso me metí por el interior del Mercado Central», contó el taxista.
Y agregó: «Iba por Circunvalación, y en un momento sentí un estruendo, un fuerte impacto en el vidrio lateral, y ahí vi a mi hermana en la cara. Logré acelerar, pero unos segundos después le hablaba y no me contestaba. Tenía sangre en la cabeza”.
El caso quedó bajo la investigación de la UFI N° 13, a cargo del fiscal José Maroto, quien trabaja en forma conjunta con el personal de la Comisaría del Mercado Central para verificar las cámaras de seguridad de la zona y poder identificar a los sospechosos.
D.D.