Una joven de 20 años murió este martes por la noche tras descompensarse durante un viaje en colectivo. Cuando los médicos intentaron asistirla, descubrieron que llevaba 26 celulares marca iPhone pegados a su cuerpo con cintas adhesivas.
El micro había salido desde Foz de Iguazú con destino a San Pablo y realizó una parada técnica en un restaurante a la vera de la Ruta BR-277, en la ciudad de Guarapuava, Estado de Paraná. Fue allí donde la joven comenzó a sentirse mal y se desvaneció. Algunos testigos contaron que ya venía con dificultades respiratorias y cierto estado de confusión.
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El personal del Servicio de Atención Móvil de Urgencias (SAMU) llegó minutos después. Encontraron a la joven consciente, pero con signos compatibles con una crisis convulsiva. Poco después, sufrió un paro cardiorrespiratorio. A pesar de los intentos por reanimarla durante más de 45 minutos, murió en el lugar.
El hallazgo del cargamento se produjo mientras los médicos la asistían: al intentar retirar su ropa para reanimarla, notaron que varios paquetes estaban adheridos a su cuerpo. Eran 26 teléfonos móviles, aparentemente nuevos, cuidadosamente envueltos y sujetos con cintas.
La Policía Militar fue alertada de inmediato. Según confirmaron fuentes oficiales, no se encontraron drogas, aunque en el equipaje de la víctima había botellas de bebidas que también fueron incautadas. La identidad de la joven no fue revelada y se desconoce si integraba una red de contrabando.
“La Policía Civil de Paraná está investigando el caso y esperando la conclusión de los informes periciales para aclarar la causa de la muerte”, indicó un vocero de la fuerza. En el operativo trabajaron agentes de la Policía Científica y un perro rastreador. Los 26 teléfonos fueron incautados y quedaron bajo custodia de la Receita Federal (la agencia de aduanas de Brasil).
Este caso plantea interrogantes urgentes sobre las redes de contrabando en la región. Fuentes oficiales advierten que la zona de la Triple Frontera -entre Argentina, Brasil y Paraguay- se ha consolidado como uno de los principales epicentros del comercio ilegal: en 2018 ya representaba cerca del 40 % de los celulares que ingresan de contrabando a Argentina, y en Brasil se han registrado incrementos del 25 % en incautaciones de smartphones durante los primeros meses de 2025, según un informe de iProfesional.
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Por ejemplo, entre enero y mayo de 2025, Aduanas retuvo en Brasil teléfonos ilegales por un valor estimado en R$ 224 millones, un aumento del casi 24 % respecto al mismo periodo de 2024, cuando se registraron R$ 180 millones. En Argentina, se calcula que ingresan ilegalmente entre 2 y 3 millones de celulares por año, llegando a representar hasta un 30 % del mercado.
Se estima que cada dispositivo movido ilegalmente tiene un valor promedio de unos US$ 196, y el negocio mueve alrededor de US$ 490 millones anuales.
Así, más allá del misterio personal del caso, lo acontecido conecta directamente con una estructura ilegal consolidada cuyo tamaño y complejidad obligan a mantenerse alerta. La esperanza está puesta en que los informes periciales y las investigaciones cruzadas revelen si detrás de aquella joven viajera había una red organizada sofisticada o se trató de un caso aislado.
GD / Gi