El dólar a $1.000 resulta un desafío estructural para el Gobierno en términos de fijación de precios y mostrar el funcionamiento del sistema de bandas con el nuevo esquema cambiario, a eso se le agrega la especulación del agro sobre las liquidaciones. Ante este panorama, este medio dialogó con el analista económico, Leonardo Piazza.
El dólar a $1.000: una clave para los formadores de precios
“Mirando el corto plazo, yo creo que es una medida correcta el hecho de decir ‘voy a comprar a $1.000. El Gobierno está diciendo: mi dólar testigo es 1.000”, afirmó Leonardo Piazza sobre la política cambiaria actual. Luego, manifestó que esta decisión es parte de una estrategia que apunta a anclar expectativas inflacionarias en un trimestre históricamente favorable por el ingreso de divisas del agro.
A su vez, remarcó que el Gobierno acierta al establecer un piso de referencia: “El dólar puede estar menos de 1.000 en el largo plazo, pero hoy tomar 1.000 como base es razonable. Sirve para mandar una señal clara a los formadores de precios”.
Demoras en la liquidación del agro y volatilidad en el dólar
Sin embargo, Piazza reconoció que la liquidación del agro está demorada y remarcó: “El agro va a liquidar. En Rosario lo vemos, los camiones llegan, aunque con atraso. Más temprano que tarde, esa oferta va a aparecer”.
Sobre la reciente suba del dólar, que llegó a rozar los $1.200, no mostró preocupación: “Hay que acostumbrarse a la volatilidad. Lo importante es que esta no se traslade a precios. Cuando eso pase, podremos hablar de una economía normal”.
El impacto de la economía global en el ámbito financiero local
El analista económico explicó que parte de los movimientos actuales se deben a desarmes de carteras temporales y a un contexto internacional de alta inestabilidad: “El índice de volatilidad global está alto, así que es lógico que acá también se mueva el mercado. Pero si los precios no responden, es una buena señal”.
Por otra parte, proyectó que la inflación de abril podría ser menor al registro anterior: “Ese 3,7% tiene un 20% de estacionalidad por educación y carne. Además, muchos precios, como los autos o los alimentos, están empezando a retroceder”.