A pesar de la caída en el indicador durante 2024, Argentina es el tercer país con mayor inflación interanual del mundo, y el primero si se considera solamente a los que no están en guerra. Está después de Siria que –en una escalada de violencia que continúa luego del derrocamiento de Bashar al Assad en 2024– alcanzó el 120% durante ese año, y de Sudán del Sur, cuya inflación fue del 113%: se trata de la nación más joven del mundo (se independizó en 2011) y en guerra civil casi desde 2013, con un frágil acuerdo de paz firmado en 2018 y un conflicto que se intensifica a medida que se acercan las elecciones de 2026. De hecho, más de 80 mil personas se vieron forzadas a huir del país en el último mes y Alemania cerró su embajada hace unas semanas por esos mismos motivos.
En Argentina, según los últimos datos del Indec, el índice de precios al consumidor creció 66,9% interanual en febrero, lo que ubica al país en el tercer lugar del ranking del portal de Trading Economics, que releva información oficial. Le siguen países como Zimbabue (57,5%), Turquía (39%), Burundi (38%), Irán (35,3%), Haití (28,4%), Myanmar (28,5%), Angola (25,2%) y Venezuela (23,5%).
La inflación interanual de febrero de 2025, si bien fue menor que en febrero de 2024 (276,2%) y de 2023 (102,5%), es mayor que en 2022 (52,3%), 2021 (40,7%) y 2020 (50,3%), sin guerra, pero con pandemia de por medio. Superó el 200% en el primer mes de la gestión actual, en enero de 2024.
Vale decir que no fue el único país en el que la inflación interanual bajó, también lo hizo en algunos otros de este listado: en Siria pasó de 135% al 120% actual, en Turquía del 42% al 39%, en Angola del 26,4% al 25,2%, y en Venezuela del 25,7% al 23,5%.
En otros países, todavía en guerra, la inflación escaló levemente. Es el caso de Ucrania, con una inflación interanual del 13,4%, después de haber registrado un 12,9% en el mes anterior.
En otros indicadores, como el de la actividad industrial, Argentina también ocupa el primer lugar, otra vez con datos poco alentadores. De acuerdo con un análisis de Misión Productiva, en base a un informe de la Organización de Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI), el país tuvo el peor desempeño de los 79 casos medidos en cuanto a caída de la actividad industrial durante 2024: del 9,4%.
La red de profesionales advirtió que se trata de “un desempeño preocupante que alerta sobre la pérdida de capacidades industriales” y explicó que “detrás de este retroceso se encuentran principalmente la fuerte caída de la demanda interna, en un contexto de pérdida del salario real, especialmente durante la primera mitad del año, y la contracción de actividades que tradicionalmente traccionan, como la construcción”. Fue este sector el que, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), presentó entre noviembre de 2023 y noviembre de 2024 la mayor caída en el total de empleadores: el 7%.
El desplome en la actividad tuvo su correlato en el empleo: del -2,2% en diciembre de 2024 respecto a diciembre de 2023, subrayó un estudio de la Unión Industrial Argentina. Esto, tras el cierre de 432 empresas durante el mismo periodo.
Desde Misión Productiva señalaron, además, que a esto se sumó “el desarme de políticas industriales” como la eliminación de “líneas de financiamiento para pymes, programas de promoción sectorial y herramientas de desarrollo tecnológico”.
Para adelante, la situación se presenta preocupante, concluyeron. “El gobierno impulsa una mayor apertura comercial en un contexto marcado por una fuerte apreciación del tipo de cambio, lo que debilitará al entramado manufacturero”.
El último documento publicado por Industrias Pymes Argentinas (IPA) destacó una caída del 11,9% en el consumo privado durante 2024 en comparación con el año anterior y un “panorama pesimista” para 2025, “con solo el 22,8% de los comercios esperando una recuperación en los próximos tres meses, mientras que el 69,8% prevé una continuidad en la crisis del consumo”. En tanto, las señales de una recuperación de la economía real, producción e ingresos, siguen siendo “negativas”.
En cuanto al dato de inflación de marzo, las consultoras relevaron un leve aumento respecto al dato de febrero (2,4%). El estudio de Orlando Ferreres calculó un incremento del 2,9% para ese mes, debido al impulso del precio de los alimentos. “En abril ya no hay factores estacionales como indumentaria, colegio o alimentos, por lo que estimamos una inflación empezando con 1% (1,9%)”, explicó el economista a PERFIL. Entre enero y diciembre de este año proyectan un 24% de inflación y para 2026, del 10,3%.
Para C&T Asesores Económicos los precios crecieron en marzo un 2,7% “con bastante influencia de los alimentos, sobre todo a partir de la tercera semana”, explicó Camilo Tiscornia, de esa consultora, a este medio. Lo que pase en los próximos meses “dependerá de los detalles que conozcamos del acuerdo con el Fondo Monetario. Si hay alguna modificación de la política cambiaria, eso seguramente va a tener un impacto en la inflación, con lo cual hasta que no conozcamos los detalles, es bastante difícil anticiparlo”, concluyó.