El esquema que estudia el FMI para definir el precio del dólar en Argentina: bandas de flotación «asimétricas»

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La impaciencia manda entre los financistas. Por séptima jornada consecutiva, el Banco Central se vio obligado a vender divisas para evitar una suba del tipo de cambio oficial. Este martes fueron u$s109 millones, y la pérdida desde entonces ya acumula u$s1.313 millones.

En este contexto, el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el staff del organismo dedicaron la jornada a analizar el caso argentino. «Las conversaciones están avanzadas», dejaron trascender funcionarios del Fondo desde Washington, sin dar ninguna precisión.

Javier Milei recibe el respaldo de Emmanuel Macron, en pleno diálogo con el FMI

La expectativa en el mercado financiero es que Julie Kosack, portavoz del organismo, ofrezca detalles en la tradicional conferencia de prensa de los jueves, sobre el mediodía argentino.

Todavía no se dio a conocer una decisión final sobre un nuevo programa con la Argentina. Hubo, eso sí, un categórico respaldo de Emmanuel Macron —presidente de Francia—, que ayer dialogó directamente con Javier Milei.

«El pueblo argentino siempre podrá contar con el apoyo de Francia. Mucho más que un aliado en sectores clave, como los metales críticos, Argentina es un amigo con quien queremos construir la economía del futuro», posteó Macron en su cuenta de la red «X¨ luego del diálogo con Milei.

En el mercado trascendieron algunas de las opciones que podrían consensuar el Gobierno y el FMI sobre el futuro de la regla cambiaria, con el objetivo de que el BCRA vuelva a acumular reservas.

Dólar: qué implican las bandas de flotación

Argentina ya tuvo un esquema de bandas de flotación. Fue una experiencia fallida que existió durante el gobierno de Mauricio Macri.

La idea de ese esquema es la de una «flotación sucia». Es decir, la cotización del dólar se puede mover dentro de las bandas elegidas (piso y techo); y el Banco Central solo interviene en caso de que la paridad toca el piso y el techo.

En el piso, el BCRA compra dólares y en el techo interviene con ventas. En el medio, el tipo de cambio «flota».

Distintos países, incluso en América Latina, aplicaron este régimen en los últimos años. Chile e Israel durante la década del 80. Y México durante los años 90. Más acá en el tiempo, Colombia tuvo su propia estrategia. Lo mismo que Uruguay, allá por el año 2002.

Hoy en día, esos países abandonaron el plan porque sus economías lucen más estables y las monedas pueden fluctuar, siempre monitoreadas por los bancos centrales. Como esos países lograron acumular buena cantidad de reservas a lo largo de los años —producto de la baja inflación y la estabilidad macro—, cuando hay períodos cortos de volatilidad, los bancos centrales intervienen para defender las cotizaciones.

Un caso reciente fue Brasil, cuya autoridad monetaria vendió dólares para evitar una fuerte depreciación cambiaria. Luego de la volatilidad, ahora el real volvió a valores menos disruptivos.

Cómo sería el nuevo mecanismo para definir el precio del dólar en Argentina

El economista Rodolfo Santángelo, director de la consultora MacroView, trabaja con la idea de que se viene un esquema de bandas asimétricas.

¿Cómo funcionarían? Un techo que se desliza con un tipo de cambio más acelerado que el «piso» de la banda, que podría continuar moviéndose a un ritmo del 1% mensual, como el actual «crawling peg».

Lo dicho más arriba: en el medio, el tipo de cambio flotaría.

Al revés que durante la administración Macri, ahora el piso y el techo de la banda podrían estar separados por una calle angosta, como forma de evitar una volatilidad que perjudique las expectativas del plan.

Santángelo cree que, además de la banda cambiaria que regiría al tipo de cambio oficial, existe la posibilidad de que el FMI le impida al Gobierno a vender dólares en la «brecha».

Lo mismo sucedería con el «blend», un esquema por el cual se va el 20% de los dólares que ingresan al país por el comercio exterior, y que tendría los días contados.

El impacto en la brecha

¿Cómo podría afectar a las cotizaciones del MEP y del CCL si el Gobierno deja de volcar dólares en esos mercados?

Santángelo cree que la brecha cambiaria, igual, quedaría en niveles históricamente bajos. «Me imagino un 30%», dice.

La brecha cambiaria —la diferencia entre la cotización del dólar oficial y la de los financieros— supo quedarse desde el año pasado en el 15% y se elevó al 20% en medio de las actuales turbulencias.

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