Con presencia de funcionarios nacionales y porteños, la Embajada de Israel en la Argentina encabezó hoy un nuevo homenaje a las víctimas del ataque sufrido hace 33 años, por el que aún no hay condenados ni presos.
Sin la presencia del presidente Javier Milei, por el gobierno nacional estuvieron la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei; el canciller Gerardo Werthein; la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich; y el ministro de Defensa, Luis Petri. Por la Ciudad de Buenos Aires, estuvo el jefe de Gobierno, Jorge Macri.
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Durante el evento, desarrollado en donde estaba la sede diplomática antes del ataque, en la intersección de Arroyo y Suipacha, se renovó el reclamo de justicia por el atentado en el que murieron 22 personas y más de 200 resultaron heridas el 17 de marzo de 1992.
Entre los mensajes estuvieron el del embajador de Israel en la Argentina, Eyal Sela; y el de Martín Goldberg, en representación de los familiares de las víctimas y sobrevivientes.
Se colocaron ofrendas florales en memoria de quienes perdieron su vida en el ataque y se realizaron dos rezos: por un lado, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cueva, y por el otro, el rabino Isaac Sacca, que recitó un Kadish, plegaria de duelo de la tradición judía.
Hace 33 años, a las 14.50, una camioneta Ford F-100 cargada con explosivos se estrelló intencionalmente contra el edificio de la embajada, destruyendo la fachada y gran parte de la estructura.
Fue el primero de los dos atentados que sufrió en el país la comunidad judía, ya que dos años más tarde, en 1994, se produjo el ataque terrorista a la AMIA.
Este lunes, el presidente Milei no asistió al homenaje, pero recibió en Casa Rosada a dirigentes de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA).
Fotos: Pablo Cuarterolo