Fue una de las grandes joyas de Newell´s, pero las lesiones y malas decisiones frustraron su carrera.
El fútbol argentino es una fuente inagotable de buenos jugadores. Algunos logran asentarse en la máxima categoría y rápidamente emigran al exterior; otros no logran dar el salto a Europa, pero si se mantienen en el ámbito local, mientras que algunos irrumpen con su talento, pero toman decisiones apresuradas que marcan para siempre su carrera.
Este fue el caso de Federico Laurito, una de las grandes promesas que salió de las divisiones inferiores de Newell´s. Con tan solo 15 años, fue convocado a la Selección Argentina, pero a los 30 tomó una decisión que sorprendió a más de uno: se retiró del fútbol profesional.
Federico Laurito y su paso por el fútbol
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Luego de su paso por Argentina y Europa, Laurito brilló en el fútbol ecuatoriano.
Laurito comenzó a llamar la atención desde muy joven en las divisiones inferiores de Newell’s Old Boys, donde se destacó por su talento y se convirtió en una de las promesas más importantes del club rosarino.
A pesar de su éxito en las juveniles, su oportunidad de debutar en el primer equipo de Newell’s se vio truncada cuando, a los 16 años, fue transferido al Udinese de Italia en una de las primeras ventas importantes del club.
En Europa, Laurito pasó por varios clubes italianos, como el Livorno y el Venezia, pero fue en Ecuador donde realmente encontró su lugar. En el fútbol ecuatoriano, jugó en la Universidad Católica y Barcelona de Guayaquil, donde se consolidó como uno de los goleadores más importantes de la institución.
A pesar de su éxito, las lesiones frecuentes afectaron su rendimiento y, finalmente, lo llevaron a retirarse del fútbol profesional antes de alcanzar su pleno potencial.
Su vida después del retiro
Laurito decidió retirarse a los 30 años debido a las constantes lesiones en su rodilla derecha, que lo obligaron a someterse a varias operaciones y a vivir con dolor durante sus últimos años como jugador. Aunque su carrera se vio afectada por estas complicaciones, su amor por el fútbol no desapareció tras su retiro.
Tras colgar los botines, se reinventó como entrenador. A los 34 años, asumió el cargo de director técnico en El Porvenir de San Jerónimo, un club de la Liga Cañadense. Además, se sumó al cuerpo técnico de la Séptima de AFA de Newell’s.
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