El euro cotizó al cierre a 4.413,91 pesos colombianos en promedio, de manera que supuso un cambio del 0,08% si se compara con los 4.410,60 pesos de la sesión previa.
Si consideramos los datos de los últimos siete días, el euro acumula un descenso del 1,33% aunque, por el contrario, en el último año acumula aún una subida del 4,35%.
Analizando este dato con el de días pasados, invirtió el dato de la jornada anterior, en el que acabó con una disminución del 1,03%, sin ser capaz de establecer una clara tendencia últimamente. En cuanto a la volatilidad de los últimos días, presentó un balance inferior a la volatilidad que mostraron las cifras del último año, de forma que está teniendo un comportamiento más estable de lo previsible en los últimos días.
Las perspectivas económicas para Colombia en 2025 son relativamente optimistas, aunque existen riesgos, según la empresa Corficolombia. Se espera que la economía colombiana crezca un 2.6% en 2025, impulsada por la expansión del consumo privado y la inversión.
Sin embargo, esta proyección está sujeta a una incertidumbre mayor, en comparación a años pasados debido a la persistencia de desafíos fiscales, los riesgos asociados a la actividad del sector energético, el aumento de conflictos sociales y el incremento de la inseguridad.
En el contexto externo estiman dificultades a causa del fortalecimiento del dólar y presiones inflacionarias adicionales en Estados Unidos tras la victoria de Donald Trump, lo que apunta a tasas de interés altas por más tiempo. Estos altos costos de financiamiento podrían impactar sectores como el manufacturero, mientras que el panorama fiscal sigue siendo uno de los retos más importantes a nivel global, según la perspectiva.
A nivel local, la inflación, que ha experimentado un descenso significativo en 2024, podría enfrentar nuevos desafíos en la segunda mitad de 2025. La depreciación del tipo de cambio y la alta indexación de los servicios podrían presionar nuevamente los precios al alza, acercando la inflación al 4% hacia finales del año.
El sistema financiero, por su parte, ha mostrado resiliencia a pesar de los incrementos en la morosidad y caídas en la rentabilidad y se anticipa una recuperación gradual con la reducción de las tasas de interés y el repunte de la inversión.