«Pronto estará en casa, tiene ganas de fumar», afirmaba Elba Marcovecchio el año pasado, cuando su esposo, el periodista Jorge Lanata, estaba internado en la Fundación Favaloro a raíz de una infección urinaria. Cuesta imaginar a Lanata sin un cigarrillo en la mano: desde el conductor de Día D, que leía sus explosivos informes contra la corrupción mientras fumaba ante las cámaras, hasta el más reciente Lanata, que dialogó hace unos meses con Jorge Fontevecchia en un extenso reportaje, con su «infaltable» tabaco, un cenicero y la respiración algo entrecortada.
La historia clínica del periodista de 64 años que falleció este lunes 30 de diciembre contiene largos capítulos de internaciones y complicaciones derivadas de sus afecciones respiratorias y renales.
A la hora de repasar las circunstancias que marcaron un antes y un después en la salud de Lanata, cabe mencionar que allá por el año 2015 se sometió al primer trasplante renal cruzado practicado en América Latina.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Sus afecciones respiratorias y el consumo de tabaco
El 3 febrero de 2010, Jorge Lanata debió ser internado en una clínica privada de San Carlos de Bariloche al presentar un cuadro febril con complicaciones respiratorias mientras vacacionaba en dicha localidad.
El parte oficial de la clínica donde fue hospitalizado comunicó en aquel entonces que el paciente se encontraba «estable» luego de sufrir una neumonía en la base pulmonar derecha. La afección requirió un tratamiento basado en antibióticos y oxigenoterapia. Dada su evolución favorable de la neumopatía, el 5 de febrero de 2010 recibió el alta, debiendo continuar con su tratamiento en forma ambulatoria.
El cumpleaños más difícil de Jorge Lanata: cómo está su salud a los 64 años
Durante su internación, el director médico de la Institución, Mariano Trevisán, habló de la posible vinculación del cuadro con la condición de fumador de Lanata.
Al respecto, Trevisán explicó que según el relato del paciente era la primera vez que sufría un trastorno de esta naturaleza (un cuadro febril acompañado con dificultades para respirar).
Según el médico, si bien se trataba de una neumonía similar a la que podría haber afectado a cualquier otro paciente, los consumidores de tabaco se exponen a factores de riesgo que los predisponen a que aparezcan este tipo de afecciones.
Insuficiencia renal, diálisis y trasplante de riñón
El 26 de octubre de 2011, Lanata debió someterse a una intervención de urgencia por un cuadro de insuficiencia renal. El periodista, que ya sufría de diabetes, fue atendido en el Hospital Británico, donde le colocaron un catéter y recibió un tratamiento de diálisis.
Años más tarde, las complicaciones renales obligarían al periodista a realizarse un trasplante de riñón. Pero antes de dicha intervención, Lanata fue atendido en la Fundación Favaloro debido a su afección renal, episodio que se remonta al 8 octubre de 2013. Luego fue trasladado al Hospital Británico y desde su entorno familiar confirmaron que su estado de salud no revestía gravedad.
Murió Jorge Lanata, un personaje clave del periodismo argentino
Dos semanas antes, Jorge Lanata se había operado de una hernia inguinal y por este motivo ventilaron la hipótesis de que la ingesta de medicación pudo haber sido una de las causas de la complicación renal que padeció.
El 28 de marzo de 2015, se sometió a un trasplante de riñón en la Fundación Favaloro, con la perspectiva de superar la insuficiencia renal que lo aquejaba desde hacía años y lo obligaba a practicarse diálisis periódicamente.
La operación combinada entre Lanata y otros tres pacientes se realizó a través de un método conocido como «swap», es decir, una donación cruzada concebida para personas que no obtienen órganos de familiares compatibles y que se puso en práctica en aquel entonces por primera vez en Latinoamérica.
A tal efecto, también había sido intervenida quirúrgicamente Sara Stewart Brown (la esposa de entonces del periodista), quién donó uno de sus riñones a uno de los familiares del donante de Lanata.
De acuerdo con el comunicado que divulgó la Fundación Favaloro una vez concluida la operación, «los cuatro pacientes presentaban un postoperatorio normal para el tipo de intervención que tuvieron».
La denuncia que Jorge Lanata hizo a Milei cayó en el juzgado de Ariel Lijo: «Me da risa»
El parte médico del 30 marzo de 2015, consignaba la evolución en principio favorable de Jorge Lanata al cabo de la primera operación de trasplante cruzado de la Argentina y América Latina.
«Los cuatro pacientes intervenidos el día sábado 28 continúan evolucionando satisfactoriamente y no presentan complicaciones posoperatorias», informaron los médicos de la Fundación Favaloro.
El escueto parte sobre la salud de Lanata llevaba la firma de Pablo Raffaele, jefe de la unidad renal, y Cristian Fuster, director médico de la institución.
El 4 de abril de 2015, Lanata recibió el alta.
«Luego de haber cursado una evolución quirúrgica y nefrológica satisfactoria, han recibido el alta médica los dos receptores del trasplante renal con donantes vivos intercambiados realizado el pasado 28 de marzo», comunicó la Fundación Favaloro.
Sin embargo, unos meses más tarde, el 19 de agosto de 2015, anunciaron que el paciente renal sufría un principio de rechazo del riñón que recibió y experimentaba un retroceso en su recuperación, ya que volvía a estar «inmunodeprimido» como el día posterior al trasplante.
Galería de fotos: vida pública y privada de Jorge Lanata en imágenes
Luego de los rumores en torno a las complicaciones en el estado de salud del periodista, Diego Leuco, colega que integraba el staff del programa radial de Lanata en Radio Mitre, explicaba: «Jorge [Lanata] vuelve a estar inmunodeprimido como al principio, como el primer día luego del trasplante».
El hijo de Alfredo Leuco también mencionaba una serie de cuidados que debían respetar a partir de entonces, como «ser hípercuidadosos con el micrófono» y colocarse alcohol en gel en las manos.
A su vez, el entonces compañero radial de Lanata manifestaba que los miembros del equipo no debían concurrir a la radio si estaban resfriados, por ejemplo. «No darle besos ni ser efusivos», agregaba el periodista.
Por otra parte, Leuco hijo aclaraba que Lanata estaba tomando la misma «medicación de los primeros días». «Lo que dicen los médicos es que el cuadro puede revertir este ‘comienzo de rechazo’, y luego volvería el proceso de normalización de la medicación», detallaba Diego Leuco, quien adelantaba que el periodista tendría que realizarse una nueva biopsia una vez transcurridos quince días.
«Este refuerzo en la medicación hará que se revierta el cuadro», afirmaba el integrante del staff de «Lanata sin filtro», convencido de que su compañero retomaría en breve su programa radial.
Gripe A, hipertensión, infecciones urinarias e internaciones cada vez más frecuentes
Más allá de los recurrentes problemas renales, el periodista fue internado el 8 junio de 2019 en el Hospital Británico por haber contraído el virus de la Influenza H1N1. El mismo día de la internación, anunciaban la evolución favorable de Jorge Lanata.
Aquel sábado 8 de junio de 2019, La Dirección Médica del hospital afirmaba que el periodista se recuperaba «sin necesidad de soporte respiratorio».
Jorge Lanata: “Milei es un líder político, sin duda”
«Los exámenes de laboratorio realizados confirman infección por virus de la Influenza H1N1. El cuadro de hipertensión arterial reactiva presentado al ingreso se encuentra solucionado«, se detalló en el comunicado.
Luego se confirmó que Lanata había sido internado el día anterior (viernes 7 de junio) en el Hospital Británico a raíz de un pico de presión que padeció mientras se encontraba grabando el programa de entrevistas «Hora 25» (que se emitía por TN).
En el transcurso del 2019, Lanata debió ser internado en reiteradas oportunidades, lo cual evidenciaba la fragilidad propia de un paciente trasplantado en 2015.
En febrero de ese año fue atendido en la Fundación Favaloro por un cuadro gastrointestinal severo y un mes más tarde permaneció 11 días en terapia intensiva por una gastroenteritis.
En el mes de abril, volvía a recibir atención médica por una neuropatía agravada.
El 15 septiembre de 2019 Lanata era internado una vez más en la Fundación Favaloro debido a un cuadro de hipertensión. Si bien lograron estabilizar la presión del periodista, quedó internado en observación para monitorear su evolución.
La noticia se había dado a conocer a través de la cuenta de Twitter del programa Periodismo para todos, donde anunciaban a la audiencia que el programa no saldría al aire esa noche «por razones de salud de Jorge Lanata (…) Ingresó esta tarde a la Fundación Favaloro con un cuadro de hipertensión, lugar en el cual permanecerá en observación durante las próximas horas».
Se trataba nada menos que de la cuarta internación de Lanata en el transcurso de apenas siete meses.
Dada esta crítica situación, el 4 octubre de 2019 Jorge Lanata anunció que por razones de salud decidía interrumpir por el resto del año su participación en el programa Periodismo Para Todos (PPT).
«Estoy bien del trasplante, ya pasaron 5 años pero tengo un montón de enfermedades asociadas con este tema. Este año me internaron 4 veces y en el último mes me caí 3 veces y la ultima vez fue horrible, caí de espaldas en el piso de la radio», afirmaba el prestigioso cronista.
Al año siguiente, también se vio obligado a interrumpir la emisión del programa televisivo ya que en agosto de 2020 fue sometido a una intervención quirúrgica menor.
En marzo de 2021. pasó varios días internado en la Fundación Favaloro, donde recibió primero «tratamiento antibiótico debido a una infección de la piel en el miembro inferior izquierdo», pero luego tuvo que ser tratado por una arritmia cardíaca.
La intensa trayectoria de Jorge Lanata y el periodismo como sinónimo de disrupción
Finalmente se informó que se le había realizado «una angiografía del miembro inferior izquierdo y posterior revascularización por angioplastía».
En el contexto de la pandemia del coronavirus, teniendo en cuenta que se trataba de un paciente de riesgo, Jorge Lanata se vacunó contra el Covid-19 en Miami hacia fines de abril de 2021.
En mayo de ese año, lo internaron de urgencia en Miami por una infección urinaria que sufrió mientras se encontraba en Estados Unidos grabando una serie de documentales para Disney.
A su vez, el 25 de octubre de 2021 Lanata fue sometido a una angioplastia en la Fundación Favaloro para completar un tratamiento endovascular que había iniciado en marzo.
El centro de salud precisó que la intervención ya estaba pactada para completar el tratamiento endovascular «de enfermedad arterial de los miembros inferiores».
El 25 agosto de 2023, el periodista padeció otra infección urinaria por la cual debió internarse.
«El Hospital Universitario Fundación Favaloro informa que el señor Jorge Lanata ingresó a la institución el 23 de agosto para el tratamiento de una infección urinaria bacteriémica, siendo necesaria su permanencia para un adecuado control clínico y
cumplimiento del esquema terapéutico», afirmaron los médicos que lo atendían.
«Pronto estará en casa, tiene ganas de fumar», reveló su esposa Elba Marcovecchio a comienzos de septiembre del año pasado, mientras su pareja seguía en observación.
Los problemas respiratorios de Jorge Lanata, sumados al desgaste general de su salud, lo llevaron a una nueva internación en abril de 2024.
«Tuvo una dificultad respiratoria pero ya está bien; está en [la clínica] Favaloro y en cualquier momento sale, así que le mandamos un beso grande desde acá», había señalado en ese momento Jésica Bossi, periodista que se hizo cargo de su programa radial.
El cuadro del periodista se estabilizó y en el transcurso del mes fue entrevistado por Jorge Fontevecchia en un extenso reportaje donde analizó el panorama político en general y el gobierno de Javier Milei en particular, justamente a pocos días de haber presentado una demanda civil y penal por injurias contra el Presidente por haberlo calificado de “ensobrado”.
Pero la salud de Jorge Lanata sufrió un nuevo traspié y desde el 14 de junio quedó internado tras sufrir una descompensación mientras se realizaba un chequeo de rutina.
Primero estuvo en el Hospital Italiano de Buenos Aires (donde había ingresado a realizarse una resonancia) y con posterioridad lo trasladaron a la clínica Santa Catalina, un centro médico especializado en neurorrehabilitación dado que venía cursando un cuadro de «encefalopatía expresada con delirio y desorientación».
De hecho, el periodista cumplió sus 64 años el 12 de septiembre, en uno de los momentos más críticos por su delicado estado de salud.
A Lanata le diagnosticaron una neumonía que derivó en otras complicaciones, entre ellas, dificultades cognitivas y la necesidad de asistencia respiratoria.
Desde entonces, quedó internado en terapia intensiva, con ventilación mecánica nocturna y una exhaustiva rehabilitación física y cognitiva.
Teniendo en cuenta la gravedad del cuadro y las complicaciones asociadas, el tratamiento integral que comenzó el periodista fue diseñado para abordar sus necesidades médicas específicas y así realizar un seguimiento de su evolución.
«Se solicita su derivación a un centro que cumpla con los siguientes requisitos: terapia intensiva, paciente traqueotomizado con vía aérea dificultosa. Ventilación mecánica: continúa con asistencia ventilatoria nocturna. Kinesiología respiratoria 24 horas: regular manejo de secreciones. Kinesiología neuromuscular. Fonoaudiología. Rehabilitación neurocognitiva. Terapia ocupacional», especificaron en uno de los informes médicos que lleva las firmas de los doctores Nicolás Ciarrochi, coordinador de Terapia Intensiva, y Sergio Giannasi, jefe de la Unidad de Terapia Intensiva.
Sin embargo, el 18 de septiembre volvieron a trasladar a Lanata al Hospital Italiano, donde quedó internado en terapia intensiva debido a un cuadro de neumonía y fiebre, a lo que se sumó una infección urinaria.
El último mensaje que Jorge Lanata grabó para PERFIL en el día del periodista
La clínica donde realizaba su rehabilitación vislumbró la sintomatología propia de un cuadro infeccioso, por lo que resolvieron el traslado del conductor.
En la noche del martes desde la Clínica Santa Catalina (especializada en neuro-rehabilitación) habían dado a conocer el primer parte médico del periodista y allí se anticipaba el cuadro que finalmente se complicó y derivó en un traslado de urgencia.
En ese informe se detallaba que el paciente se encontraba conectado a ventilación mecánica, con buena tolerancia a la desconexión y a la válvula fonatoria durante el día, aunque advertía que había presentado “registros de temperatura elevada” por lo que se había iniciado un tratamiento antibiótico y un cultivo.
Luego de varias intervenciones quirúrgicas, este lunes 30 de diciembre finalmente falleció por una falla multiorgánica. De acuerdo a informaciones cercanas a la familia, la salud del periodista se agravó el viernes 27 de diciembre, siendo que el cuadro se había vuelto irreversible. El último parte médico oficial que se dio a conocer el viernes 6 de diciembre indicaba que el periodista se encontraba «vigil, afebril y en ventilación mecánica durante la noche».
ca / ds