Cuando un delantero se enfrenta al Real Madrid, tiene un sueño: marcarle un gol. Jonathan David no solo cumplió ese sueño, sino que le dio la victoria al LOSC Lille por 1-0 ante un Real Madrid irreconocible, que, aunque contó con Kylian Mbappé en el banco (reemplazó a Eder Militao a los 11 minutos del complemento), recuperado en tiempo récord de su lesión muscular en el bíceps femoral izquierdo, no pudo mostrar la intensidad habitual y característica de su juego.
El conjunto merengue impuso condiciones en el inicio, pero con el pasar de los minutos, Lille se acomodó en el campo y logró -por momentos- dominar a su rival. El equipo francés encontró el gol sobre el final del primer tiempo, en el tercer minuto adicional.
Lille se adueñó de la pelota, manejó los tiempos a su conveniencia y puso al Real Madrid contra las cuerdas. El arquero ucraniano Andriy Lunin fue una de las principales figuras junto a Eduardo Camavinga, que a pesar de su buen rendimiento con y sin pelota fue el desafortunado protagonista de la jugada que le costó el partido a los merengues. Edon Zhegrova sacó un remate al arco desde un tiro libre y el balón impactó en el brazo extendido del francés. Penal.
Tras la intervención del VAR, el árbitro fue a ver la jugada y no dudó en señalar la pena máxima que Jonathan David cambió por gol y desató la euforia en el conjunto galo.
Ya en el segundo tiempo, el Madrid salió al campo de juego totalmente renovado. Jude Bellingham y Vinicius Junior levantaron su nivel, hicieron crecer al equipo de Carlo Ancelotti, que a pesar de todos los intentos y los ingresos de Kylian Mbappé y Luka Modric (jugaron más de 40 minutos), no logró vencer el micro (o bus) que cubría el arco del Lille, ya que tuvo en su aquero, el francés Lucas Chevalier, a una de las figuras de la cancha.
Cuando el telón del espectáculo se bajaba, Chevalier le sacó un remate a Bellingham y minutos más tarde atajó un cabezazo a quemarropa de Arda Güler para que explotara el Estadio Pierre-Mauroy de la ciudad de Lille y la afición local festejara un gran y trabajado triunfo.