Los acuerdos y alianzas que el gobierno de Javier Milei tejió en la Cámara de Diputados empezaron a crujir con el sorpresivo revés que le propinó el bloque dialoguista que encabeza Miguel Pichetto al dejar sin quórum la sesión prevista para este miércoles y exponer al oficialismo a críticas de otros sectores cercanos, incluido el PRO.
En la sesión iban a tratarse proyectos sobre seguridad y acuerdos comerciales, pero el plato fuerte iban a ser las expresiones sobre otros temas mucho más calientes, desde la denuncia contra el ex presidente Alberto Fernández sobre violencia de género, hasta la visita de un grupo de diputados libertarios a represores de la última dictadura en la cárcel de Ezeiza.
Sin embargo, cuando sonó el timbre para bajar al recinto, el bloque Hacemos Coalición Federal (HCF) que encabeza Pichetto junto a Emilio Monzó se ausentó y dejó la sesión sin quórum. La decisión, según pudo reconstruir iProfesional, se tomó minutos antes y tomó por sorpresa al oficialismo y también al PRO y la UCR, que junto a ese espacio integran la llamada «oposición dialoguista».
La explicación oficial de HCF fue que no querían «ser funcionales a discutir la agenda identitaria de los extremos del arco político» y que las autoridades de la Cámara deben «incorporar en la agenda parlamentaria proyectos que hacen a las demandas de todos los argentinos». También instaron directamente al presidente de la Cámara, Martín Menem, a que «recupere el normal funcionamiento de esta casa».
Y es que lo que hay en realidad detrás de la jugada es el malestar acumulado con Menem, a quien acusan en privado de «falta de orden» y sobre todo de «incumplir los acuerdos», según deslizó a este medio una fuente del espacio. Lo peor para el oficialismo es que el enojo que mostró Pichetto y compañía es compartido por varios diputados de la UCR y del PRO, donde además el liderazgo de Mauricio Macri ya le plantea límites a Milei.
Crujen alianzas de Javier Milei en Diputados: ¿qué hay detrás de la jugada del bloque de Miguel Pichetto?
El panorama que se abre para el gobierno de Milei hacia adelante es muy complicado porque el oficialismo no puede hacer nada sin acordar previamente con HCF, UCR y PRO. «Eso fue lo que trató de demostrar el bloque de Pichetto, que se cansó de decirlo por las buenas», deslizó una de las fuentes consultadas.
«Pichetto llegó a la reunión de Labor Parlamentaria (previa a la sesión) hecho una furia, porque iba a ser una sesión de 20 horas con muchas cuestiones de privilegio sobre los mismos temas, Alberto Fernández, la visita de los libertarios a (Alfredo) Astiz y nunca se terminó de ordenar bien», contó a iProfesional un diputado del espacio.
Esto se juntó con el malestar que arrastra el bloque con Menem por el supuesto incumplimiento de acuerdos. De hecho, en el oficialismo atribuían la jugada a que Monzó, que quedó enojado porque le quitaron el lugar que le habían prometido en la Comisión Bicameral de Inteligencia.
En otros espacios deslizaron que también influyó la demora de los libertarios para encontrar un acuerdo que termine de definir a los tres representantes para la Auditoría General de la Nación (AGN), organismo clave donde hay una puja por dos lugares. Asimismo, también hay críticas por la tardanza en armar la comisión que analiza los DNU, donde encima no incluyeron todavía el decreto que le dio $100 mil millones a la SIDE, como pidió el bloque de Pichetto.
«Es todo eso junto, es un combo de cosas», indicaron fuentes de HCF a iProfesional y agregaron: «Cuando hacemos un acuerdo con Menem lo rompen y cuando no, estiran las definiciones y dilatan todo». El problema para Milei es que ese malestar empieza a extenderse hacia otros bloques dialoguistas.
El malestar se extiende entre los aliados: ¿le rechazan otro DNU al Gobierno?
Luego de que se cayera la sesión, varios en el PRO y de la UCR responsabilizaron por lo ocurrido a La Libertad Avanza. Algunos tomaron nota del comentario que hizo en el recinto el jefe del PRO, Cristian Ritondo, al señalar que los diputados no llegaban a dar quórum porque funcionaban mal los ascensores en el edificio anexo. «Eso fue una chicana para el oficialismo, no para la oposición«, contó uno de sus compañeros de bancada.
En la UCR señalan que la clave por la cual se cayó la sesión fue que nunca se terminó de acordar en Labor Parlamentaria cómo sería la amonestación a los diputados libertarios que visitaron a Astiz y otros represores. La falta de claridad sobre como se llevará a cabo ese proceso (que incluiría una comisión investigadora impulsada por el kirchnerismo) también se la atribuyen al oficialismo.
Sin embargo, en el PRO creen que lo que detonó la bronca de Pichetto y su bloque va más allá de ese tema puntual. Un experimentado diputado de ese espacio deslizó a este medio que en La Libertad Avanza «hay soberbia, quieren hacer las cosas como se les antoja y a veces se pasan de vivos sin tener en cuenta que acá hay tercios: sin el PRO, sin el bloque de Pichetto o sin la UCR, cualquiera que se les caiga, los deja sin nada«.
Esa situación y el hartazgo que atraviesa es la que abre un panorama incierto para Milei en el Congreso. Según supo iProfesional, el boque de Pichetto ahora evalúa pedir una sesión especial para la semana próxima con todos los temas que quedaron pendientes este martes y, además, con el DNU que amplió los fondos para la SIDE, con la intención de rechazarlo.
«Al pasar 10 días de la firma del decreto, las Cámaras los pueden tratar de oficio. Ellos jugaron a demorarlo y acá los votos para rechazarlo ya están«, confiaron fuentes de ese espacio. Sumarían los votos de la UCR y del kirchnerismo y sería una derrota sonora para Milei que podría repetirse en el Senado y dejar, por primera vez en la historia, un decreto presidencial sin efecto.
En el Senado también se complica el panorama para el oficialismo
El clima adverso para el Gobierno, que empezó a respirarse en la Cámara de Diputados, también llega al Senado, donde en paralelo se reunieron las comisiones de Presupuesto y Hacienda y de Trabajo y Previsión Social para tratar el proyecto que modifica la fórmula de movilidad jubilatoria.
Esa iniciativa, que otorga a los jubilados un aumento adicional de 8,1% para que cubrir la inflación de enero no reconocida por Milei en el aumento que otorgó en abril, fue aprobada en Diputados a contramano de los deseos de Milei, mediante un acuerdo entre HCF, UCR y Unión por la Patria.
La estrategia del oficialismo fue buscar un acuerdo con radicales y otros bloques dialoguistas para modificarlo con el fin de reducir su impacto fiscal, pero con el objetivo de fondo de que vuelva a Diputados y se demore la sanción de una ley que el Presidente ya advirtió que vetará.
Sin embargo, ese plan, en principio, fracasó. El oficialismo no pudo hacerse con el dictamen de mayoría, que finalmente fue para para el proyecto de Diputados gracias al apoyo de dos senadores radicales: Martín Lousteau y Pablo Blanco. Crecen las chances, así que de que apruebe la ley resistida por el Gobierno.
Así, la jugada de Miguel Pichetto dejó expuesto que los entendimientos y las alianzas que el gobierno de Javier Milei tejió para aprobar la Ley Bases empezaron a crujir. La situación más compleja se da en Diputados pero abarca a todo el Congreso, donde los bloques más colaborativos empiezan a ser menos «dialoguistas» y amagan con marcarle la agenda al oficialismo hacia adelante.